Como ya hemos comentado en ocasiones anteriores, estar en la red no es simplemente tener una web y estar en las redes sociales, sino hacerlo de manera eficaz. Cuando estos procesos no están llevado a cabo por profesionales, los errores suelen dar más pérdidas que ganancias y el proceso de digitalización se ve frustrado. ¿Cómo evitamos eso en las páginas web? Te lo contamos.
1- La sencillez es la clave de la elegancia
El principal requisito para los usuarios es que, con un vistazo, tengan acceso a todo lo que ocurre en la web. Todas las pestañas han de estar a la vista o a muy pocos clicks, ya que si hay mucho enredo entre subpestañas, todo aquel que lo visite se irá. Como en la vida real, cuanto más fácil, mejor.
La clave de la sencillez también es importante para aquel que va a gestionar la web; cuanto menos liosa sea, más ganas tendrá su propietario de introducir nuevos artículos y actualizar la información de los mismos.
Y si el texto ha de ser breve y claro, las imágenes no han de ser menos. Sobre todo, hay que tener en cuenta que un fondo engorroso puede provocar que el logo o los rasgos principales de nuestro site desaparezcan y no impacten en el consumidor.
2- Estilo claro, sinónimo de triunfo
El estilo de la web es algo que tiene que mantenerse y perdurar en el tiempo. Por ello, si decides hacerla con una plantilla en lugar de consultar a profesionales, tenlo muy claro; Los colores corporativos, la fuente habitual y hasta el vocabulario han de estar estrictamente cuidados.
Dado que en internet el usuario busca rapidez y claridad, evita lenguaje complejo para que el visitante te dure en la web y no abandone sin convertirse en cliente.
3- ¿Dónde, quién, por qué?
Querer una web es algo muy común, pero para no fracasar, tenemos que tener claro desde un principio que, una vez hecha, requerirá un mantenimiento. ¿En qué hosting la vamos a alojar? ¿Tendremos un solo dominio? ¿Quién va a actualizarla, tanto interna como externamente?. Todos estos aspectos son imprescindibles para llegar a buen puerto.
Dentro de estos aspectos más técnicos también hay que tener en cuenta la velocidad de carga, el espacio que vamos a necesitar, cada cuánto la vamos a actualizar…Los recursos personales, unidos al tiempo del que dispongamos, son tan importantes como los físicos y económicos que una web requiere.
El tener presente que los móviles generan el 70% de las visitas a internet ha de ser otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir un diseño responsive.
Y es que, estos tres sencillos pasos, a la hora de ponerlos en práctica no son tan fáciles, aunque sí que garantizan que tu web esté apta e invite a comprar. Además, pequeños trucos como los RSS, los banners llamativos y un bu
en contenido adaptado a un Plan de social Media en redes sociales confirmará que tu negocio es lo más, dentro y fuera de internet.