Cuando decidiste emprender, abrir tu pequeña PYME o tu gran empresa alguien te dijo que tener un blog era muy guay. Te ayudaría a conectar con los clientes, a que conocieran tu lado más humano y a ofrecer mucho más allá de lo que tienes en la tienda física a través de tu website. Hoy, un tiempo después, no paras de quejarte: a través del blog no te llega nadie al comercio y las visitas a la web hace mucho que son historia. ¿Qué estás haciendo mal? ¡Te lo contamos!
1- No actualizarlo con la frecuencia que merece
La gente lee el periódico porque sale todos los días y el Hola, porque el lunes lo tiene en el kiosko. La incertidumbre no gusta a nadie, y no saber si este mes van a encontrar o no una publicación interesante en tu web hace que ni se molesten en comprobarlo. Actualiza con una frecuencia fija. Y no, cada tres meses, no vale. Cuanto más informes y mejor lo hagas, más posibilidades de obtener ingresos tendrás.
2- Olvidarnos del SEO
Una vez te has decidido y actualizas con frecuencia, toca analizar los resultados. De nada sirve que nuestro trabajo no esté llegando a nadie. Por eso, es recomendable averiguar de dónde proceden las visitas, utilizar palabras claves y posicionarnos bien en internet.
3- Querer vender con EGO
Aunque las vocales sean las mismas, de SEO a EGO hay un tramo largo. Tener una bitácora en internet ha de servir para aportar valor añadido a tus servicios, no para venderlos. A pesar de que la estrategia de bloggin también sea marketing, no estamos haciendo anuncios publicitarios.
Vigila el contenido, realiza tutoriales con tus productos o trata de dar consejos; para hablar de características y aspectos técnicos, ya tienes una ficha en la web. ¡No caigas en la tentación del ego!
4- No tener los pies en la tierra
Cuando nos aventuramos en un espacio que nos da visibilidad mundial, nos creemos multinacionales siendo PYMES. Ante todo, no olvides quién es tu competencia y a quién tienes que «ganar».
Esto también tienes que tenerlo en cuenta a la hora de elegir plataforma. No te compliques y busca sitios autogestionables que te permitan tener un sitio sencillo, accesible y, sobre todo, manejable a la hora de añadirle cosas nuevas.
5- Olvidarnos de que es un espacio social
Un blog, al igual que las redes sociales, no sirve de nada si solamente lo usamos para escupir ideas y proyectos. Los comentarios hay que responderlos y tomarlos en cuenta a la hora de hacer mejoras en nuestra empresa. ¿Críticas constructivas? ¡Siempre!
Remienda estos errores, ponle ganas y pasión a lo que haces y, ante todo, escucha: a profesionales del sector, al cliente que te visita en la tienda y al que critica o comenta en la web. La cooperación se convertirá en la base del éxito de tu negocio.
¿Lo intentas y nos cuentas cómo te va?